jueves, 25 de agosto de 2011

Abre tus ojos


Una de las reacciones corporales ante el dolor es cerrar los ojos; lo mismo pasa con el dolor del alma. Con cada herida en el corazón, cerramos los ojos y, a veces, no los queremos abrir.

Perdón por aquello que te hice, pero no temas mirarme, ¿Cómo podría disculparme sin que me mires a los ojos? Abre los ojos, mírame, estoy aquí desde hace tiempo, a la espera de la mirada de tu perdón.

Debo decirte que las cosas cambiaron mucho desde que cerraste tus ojos, supe que los abriste, en otras direcciones, pero acabas cerrándolos con tal de no mirarme. Atrévete a buscarme con la mirada, veras lo que realmente siento, sabrás lo en que realidad pasa, yo también me quitare algunas dudas, ambos ganamos.

Supieras el mundo que puedo ofrecerte…si estuviéramos juntos no habría invierno para nuestros corazones…

Pero no te estoy pidiendo que vuelvas a amarme, solo digo que, si quisieras, sería fácil volver a ser tuya. Lo único que en realidad te pido, es que no me niegues más la luz de tus ojos, que mires y me muestres el brillo de tu perdón…

Abre tus ojos…